Bizcocho de la abuela, el Señor Antonio y La Gran Vía

El sábado fue uno de esos días que sin ser un día especial con alguna anotación en el calendario de la cocina, se convirtió para mi en un día bonito. Desde que llegué de las vacaciones de Navidad, no había ido nada a Madrid, y aunque hacía frío ya apetecía salir un poco de casa.

Como siempre, solemos ir a tomar un café al sitio preferido de mi marido y disfrutar de su bizcocho de la abuela. Ese día en la carta venía la receta y me dijeron que podía llevármela sin problema.

Después de tomar el café nos dirigimos dando un paseo hacía la Gran Vía, allí teníamos que ir a una librería y allí fue donde paso todo.

Mi marido dijo que primero subiera yo que tenía que buscar un libro para miy otros dos para Lucas. El se quedó abajo con el carro. Cuando baje Lucas estaba correteando por la librería y yo me quede con el.

Después de jugar un poco, me fije que había unos sillones y que quedaba un hueco libre. Me senté al lado de un señor viejecito, que se apoyaba en una muleta, tenía el pelo blanco y alborotado, con una gran barba y unas gafitas pequeñas, su cara de bueno me hizo recordar a Papá Noel.

Le preguntó a Lucas su nombre, y comenzamos a hablar, el nos dijo que se llamaba Antonio, para nosotros ya el Señor Antonio.

Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela

Lucas le contó que íbamos a hacer bizcocho, le enseño, el papel arrugado que trajimos de la cafetería, ya también los libros que le habíamos comprado. El hablaba de forma educada y yo que me emociono con demasiada facilidad, ver su cara de bueno, ya tenía ganas de asomar una lágrima.

Mi marido bajo con su libro y se acerco al sofá, el Señor Antonio hizo ademán de levantarse y le dijo si el quería sentarse a mi lado, por supuesto que no le dejamos, y además ya nos teníamos que ir a pagar los libros.

Nos despedimos de el y me dirigí a la caja. Yo no paraba de observarle, me había despertado tanta ternura. Yo soy de las que cuando alguien canta en el metro llora, si piden en la calle lloro, si veo una película lloro, si me cruzo con alguien que tiene cara de buena persona lloro, ver el telediario, lloro por todo y lo peor es que me llevo las historias a casa, y mi cabeza no para de pensarlas y darles vueltas.

Receta bizcocho de la abuela

El señor Antonio se levanto de su asiento, ya era de noche, y desde que estaba en la cola para pagar y mientras tuve que esperar por la factura, el con su bastón y la tienda llena de gente intentaba hacerse paso y poder salir. Mi marido y Lucas me esperaban, y justo cuando yo iba a salir me fije como la guardia de seguridad, le abría la puerta con amabilidad y le dedicaba unas palabras,me pareció un gesto bonito.

Al salir le tendió su mano y Lucas le correspondió sin dudar con su mano pequeña, el nos dijo que le hubiera gustado seguir charlando con el y nos miro a mi marido y a mi y nos dio la enhorabuena, por tener a un niño tan educado. Le dimos las gracias, pero mis palabras ya no salían, rompí a llorar.

Parecía una película de Navidad, en la que un viejecito adorable, resultaba ser Papá Noel, sus pasos iban lentos, y se hacía un hueco andando por la Gran Vía, me hubiera gustado seguirle, decirle si necesitaba ayuda para llegar, saber si vivía cerca…

Receta bizcocho de la abuela

Soy de esas personas que no valen para nada, hipersensible al máximo, me gustaría tener más templanza, pero no puedo y no puré parar de llorar en toda la tarde. Ahora mismo mientras os cuento esto, que se que no tiene nada que ver con una receta de bizcocho lloro, pero nosotros llevábamos el papel en la mano y para nosotros ya será la receta del señor Antonio.

Ingredientes

5 yemas de huevo

120gr azúcar

65gr miel

200 ml nata

50 gr almendra molida

150gr harina

60 gr mantequilla

Ralladura de un limón

Se mezcla todo y se deja reposar a temperatura ambiente unas 12 horas. Yo he modificado un poco las cantidades, porque la receta que venía, eran un poco extrañas. Hornear a 130º durante una hora. Dejar reposar hasta que temple y espolvorear con azúcar glas.

Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela
Receta bizcocho de la abuela

Bizcocho y libros una estupenda combinación, la semana que viene volveré y preguntaré por el Señor Antonio.

27 Comentarios

    1. Qué emocionante. A mí también me pasa muchas veces que me quedo con ganas de decir algo más, de demostrar que me importa. Muy bonita entrada.

    1. La sensibilidad exarcebada tal vez no es lo mejor…pienso. No se puede evitar, tal vez, pero sí por lo menos traducirla en hechos positivos… en acciones que superen esas lágrimas que nada riegan. Te lo digo porque yo soy bastante parecida a ti, y he llorado muchas lágrimas estériles. Pero desde que me he implicado en distintas organizaciones de modo activo, me ha dado cuenta que más vale ponerse a trabajar y que cuando trabajas aprendes a traducir tus emociones en actuaciones. Al Sr. Antonio tal vez hubieras debido educadamente indicarle lo que pensabas… dejarle una tarjeta tuya, decirle que te encantaría quedar otro día con él y seguir charlando de libros, por ejemplo. Te hubieras quedado bastante más contenta, además, y posiblemente él también. En fin, todo es empezar…. seguro que encuentras tu camino en medio de esa mirada tuya tan especial.

    1. Que tierno Papa Noel jiji y que majico tu hijo! Yo soy al contrario no lloro con facilidad … Cada uno es como es … pero no por eso es mejor o peor.

      muacarmen.blogspot.com

    1. Precioso, Laurita. Tu historia me ha recordado a mis años en la Facultad en Alcalá. Estudiaba con nosotros un señor como tú dices, igualito a Papá Noel, al que llamaban "el poeta de Alcalá". Todas las mañanas nos dejaba poemas a todas las chicas en nuestros pupitres. Lo teníamos muchísimo cariño y desde que acabé la carrera me he acordado mucho de él. Besitos.

    1. Que preciosa historia, yo también soy de esas que se emociona fàcil y ultimamente aún más (que ya es difícil) y si Laura, eso se transmite a los hijos, a mi me han felicitado muchas veces por Marc desde que era un renacuajo y muchas personas me han hecho ver que eso es gracias a tu granito de arena como mama o papa. Así que si tu eres así no me extraña que Lucas también tanga parte de eso.
      El bizcocho tiene pintaza, esta semana estoy en busca de alguna idea para hacer la "tartà" o bizcocho para celebrar el cumple de mi mami, así que no descarto el tuyo.
      Un beso y feliz semana

    1. Esta palabras Laura,me refuerzan la idea que tengo de que eres una gran persona.

    1. Qué bonito Laura, eres auténtica, me recuerdas a mi hermana, qué también se emociona con todo. El mundo necesita más gente como vosotras. Un beso enorme!!!!

    1. Que ilusión eres como yo ,ahora mismo acabo de llorar pq he leido un vídeo de esos de cuando los hijos se van la casa está ordenada y nadie la desordena y eso que mi hijo pequeño tiene cinco años,me queda aún .Soy una sentimental.La gente mayor me da mucha penita sobre todo porque perdí mi última abuela hace un año y me acuerdo de ella.Por cierto de tu tierra era mi abuela de León .Besos.
      Rosi

    1. Precioso post, vivan las personas sensibles, me ha emocionado tu historia. Al Sr. Antonio le encantaría leer tu post 😉
      Por cierto, sí o sí tengo que hacer la receta… bueno, yo no, mis niñas de 7 años que están supercocinillas… qué buena pinta!
      Un besazo,
      Yolanda.
      http://www.elvestidordeyo.com

    1. Conforme te leía iba pensando que podría haber sido yo: he tenido más de una experiencia parecida con "ángeles" como yo llamo a estas personas con las que se establece una conexión especial sin apenas conocerla y acabas llorando sin saber si de alegría, de pena…
      Precioso post con unas fotografías magníficas, ¡como siempre!

    1. Ay por favor te he leído como se lee un libro que te engancha y no te suelta y me has dejado con esa sensación. Qué fotos más bonitas, qué belleza tienes por dentro por como hablas. Yo también soy de esas que llora por todo, y si no lloro no paro de sonreir y dar las gracias. En tú caso si no hubiera llorado, habría estado diciéndole al Señor Antonio, que me ha gustado mucho conocerlo, que pienso que todo pasa por algo y que me ha alegrado el día. Y en parte, me has alegrado la noche leyendo esto que os ocurrió y casi lo he hecho mio.

      En fin, precioso todo,me apunto la receta para probar a hacerla en cuanto pueda 🙂
      Bisous bonita

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