Deco Office at Home + {DIY}
Tengo que reconocer que de momento puedo utilizar una habitación como Taller para todos mis trastos, hacer los Tocados, recibir a las clientas, etc. Pero ultimamente he invadido la mesa del salón con el ordenador, los cuadernos, revistas etc.
Ahora que estoy terminando la nueva colección, me volveré a mudar a mi Taller. Hoy os hablaba de estos espacios que podemos tener en casa, para contaros una pieza clave que suele tener cualquier rincón de trabajo.
Me refiero a los típicos corchos. En mi caso os diré que cuando era pequeña y estaba en el colegio, ademas era al principio {o sea que era pequeña} me encantaba como cada estación decorábamos los corchos de la clase y del pasillo con cosas típicas de ese momento. Me gustaba tanto que en esos años que no se vendían como se hace ahora, mi padre compró corcho y me hizo uno con un marco ideal.
Que contenta yo en mi habitación con el corcho. Ese corcho me acompañó hasta este año que al mudarme, el pobre ya estaba super viejo y lo tiré. Me acuerdo que cuando le conté la historia a mi marido no me dejaba tirarlo.
En casa tengo uno en la cocina, y mi idea siempre ha sido pintarlo de blanco. Años después cuando me fui a vivir a León para estudiar, en la residencia donde vivía, también tenía un corcho, que me acompañó en todos los lugares donde viví, incluso me lo traje cuando vine a estudiar a Madrid. Allí colgaba el horario de clases, fotos de la familia, de los amigos, el calendario, etc. Yo creo que ese es el que tengo en la cocina incluso.
Y os he contado todo este rollo, para enseñaos algunos ejemplos de espacios de trabajo, con algo parecido a las funciones que tiene el típico corcho. Me gustan las opciones que os enseño, porque la función es la misma, poner fotos, recuerdos, recortes de revista con algo que te haya gustado o te inspire, etc. Y por eso desde que me mudé quería añadir esa opción a mi taller, pero ya no con el típico corcho. Hace muchos años ya hice de este tipo, pero más pequeños para colgar los pendientes, lo tenía en mi habitación y también cuando los vendía lo llevaba. Así que me fui a una tienda y compré un cuadro con un tamaño considerable, que me gustara el marco y encajara con el ambiente y que no fuera caro. Encontré este por 6€ que quedaba muy bien con la mesa y las sillas que tengo en el Taller.
Después de tener todos los materiales, como el alambre metálico que se vende por metros en las ferreterías, unos alicates para quitar el cuadro y las grapas y también algo para cortar la maya metálica. Me puse a ello y en 5 minutos estaba listo. Con lo que me ha sobrado, me haré uno pequeño para los pendientes. Y este es el resultado, además no lo he colgado, me gusta el efecto de estar apoyado en la mesa, y la verdad es que ya lo estoy llenando.
Feliz día
Anónimo
31 octubre, 2013me ha encantado la entrada de hoy!!! espacios muy inspiradores.
apunto ideas
laura
31 octubre, 2013Muchas gracias 🙂
Gabri
31 octubre, 2013Holaa!!! Me ha encantado el post!!!! Mezcla de tus recuerdos y de tus cosas personales, y de un DIY!!!! Yo también tengo mi corcho, jaja Eso me recuerda que debería pasar una manita de pintura por el marco, aysss
Gracias, LAURI!!!!
Besinos de magosto!!!
laura
31 octubre, 2013Mil besines cielo 😉
Luzía
31 octubre, 2013La idea del DIY me ha parecido genial, y no dudes que probaré, porque mi pobre corcho ya está al límite de su capacidad!
Cómo me gustaría tener cualquiera de esos maravillosos espacios de trabajo!
Te he citado en mi blog sobre tu post de ayer!
Un besote!
Lucía
http://cositasbonitasparaseoritas.blogspot.com.es/