Recuerdos de verano

Antes de que el blog vuelva a su ritmo habitual, y mientras llega el Lunes 15, que será el día de la nueva imagen, no quería dejar de publicar algunos post que tenía guardados en un cajón de mi corazón.

Para mi estas fotos tienen una pizca de nostalgia, no solo porque eran días de relax, vacaciones y rodeados de la gente que me quiere, sino que hay una serie de sentimientos encontrados, una maleta llena de recuerdos vividos.

Los recuerdos de verano, nos acompañan no solo durante el nuevo curso, son recuerdos que almacenamos en nuestra memoria y forman parte de nuestro bagaje como personas. Quien no recuerda los veranos largos de la niñez, esos veranos de tres meses, que parecía que nunca acababan.

Cuando se nos ponía el pelo rubio con el sol, los largos e interminables viajes en coche, dormir mucho, vivir el día en la calle, cuando solo subías a comer a tu casa y apenas veías a tus padres, comer helados, tener las rodillas llenas de heridas, acabar el verano con más amigos en tu mochila y mil experiencias más.

Ahora con Lucas vuelvo un poco a esos veranos que una vez que llegamos a la universidad, trabajos etc, se te olvidan y ya nunca vuelves a vivirlos.

Este verano para mi ha tenido tres meses

4 Comentarios

    1. No se van, creo, los recuerdos de la infancia… Lo que pasa es que no vivimos de recuerdos, y el presente es suficiente para ocupar casi todo nuestro tiempo y nuestra mente. La infancia ahí está, pasó con sus días buenos y malos, que también los hay, como pasa la vida… y nos queda el hoy, que es nuestra única y real posesión. Ojalá la llenemos de cosas buenas…!!

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